sábado, 9 de mayo de 2009

Cuando la basura se transforma en arte

Lo que hoy algunos desechamos por considerarlo inútil, quizá mañana sirva a otros como materia prima e inspiración para crear una obra de arte, “arte con basura”. Se trata de una singular corriente artística, seguida exitosamente por diversos grupos de jóvenes en todo el mundo que con elementos tan sencillos y cotidianos como un sofá desvencijado, una botella de plástico o una vieja antena de coche son capaces de dar vida a una performance, forma a una escultura, alegría a un colage… combinando o modificando casi cualquier objeto rescatado, aportando ideas y pensamientos colectivos, en un marco abierto y sin prejuicios donde, por encima de todo, gobierna la imaginación.
¿Por qué?... Para llamar la atención, para crear un mundo sorprendente, con más color, buscando la belleza en medio de la inmundicia; para protestar por el exceso, por el defecto; para apoyar el reciclaje, para denunciar el consumismo ciego, voraz con el medio ambiente y la economía familiar, para reclamar su propia existencia… Quizá no haya una razón específica, y sirvan todas ellas como ejemplo.

Ciertamente, si utilizamos elementos rescatados de la basura para construir obras de arte como las que decoran, por citar algo muy común, los centros de las miles de rotondas que tenemos en las carreteras y calles de cualquier ciudad, o para adornar parques u otros espacios públicos con exposiciones temporales, ahorraremos millones de euros que bien podrían destinarse a mejorar la calidad de vida de las personas. Ahora se me ocurren algunas ideas viscerales, como la mejora de infraestructuras para la educación, ampliación de viales para las bicicletas, modernización de espacios para los más pequeños, y un largo etc… Ayudaríamos así, inevitablemente, a la difícil tarea de recuperar el planeta, expuesto constantemente al daño colateral de la modernidad y el esnobismo. Porque el arte, sí tiene precio. Sería una falacia creer lo contrario.
¿Quieren un ejemplo de cómo el arte de la basura se ha llevado a la práctica? El puente de las Oblatas, en el barrio de la Rochapea (Pamplona), se ha decorado con 6.000 envases reciclados. Y mucho más lejos, en África: para llamar la atención sobre la delicada situación económica en Zimbawe, una agencia publicitaria ha utilizado papel-moneda devaluada del país como fondo para decorar grandes carteles de anuncios.

Estoy seguro de que si abrimos nuestras mentes, descubriremos que en la espesura del bosque urbano se dibujan nuevos caminos, que siempre estuvieron ahí, esperando a ser descubiertos; caminos que conducen hacia un horizonte de luz y esperanza donde ahora gobiernan las sombras. No olvidemos que el arte como medio de expresión nos hace libres, nos recuerda la capacidad de crear que tiene el hombre, pero también la de destruir. Es por tanto un arma poderosa, cuyo uso implica una responsabilidad.

He tenido constancia de la existencia de estos grupos que trabajan con basura a través de uno de sus miembros: Gisela Yammal, de Córdoba (Argentina), perteneciente al colectivo Basura x Arte (http://www.basuraxarte.blogspot.com/), con la que comparto un inquebrantable lazo de amistad, a pesar de la distancia. Ella me pidió que escribiera un breve artículo sobre este tema y, tras informarme casi debidamente, accedí encantado. Cabe destacar también un grupo muy activo, del que he sabido por internet: Basurama (http://www.basurama.org/), nacido como proyecto de investigación en la Escuela de Arquitectura de Madrid, hoy presente en múltiples talleres, exposiciones y festivales de nuestro país. Les sugiero que visiten su web, llena de contenidos más que interesantes.

A continuación, paso a transcribirles una breve entrevista que realicé a Gisela:

–¿Con este tipo de acciones se persigue alguna meta concreta –me refiero a captar fondos para proyectos sociales, darse a conocer como artista...– o sólo buscáis entretenimiento y deleite para el propio autor y sus amigos?

–Te cuento un poquito: hace un tiempo que estoy trabajando en proyectos de animación cultural, desde escuelas ubicadas en sectores vulnerables, museos o programas que lanza la nación, la provincia... Incluso hice cortos en un proyecto que financiaba la Casa de España- Córdoba, con el objetivo de que los chicos de Malvinas pudieran expresarse, tener cierto protagonismo... Y de alguna manera mi nombre fue circulando naturalmente en distintos medios, televisión, diarios, webs. El año pasado me contacto la Galerista del Buen Pastor para exponer en el espacio exterior, pero no sabía bien qué hacía, y arme un proyecto con basura (tapitas de refrescos) que ya venía trabajando con mis chicos con la intención de crear con estos recursos, que no significan aporte de dinero, y concienciarles respecto al cuidado del medio ambiente. Entonces convoque a unos compañeros: Gaby y Huaira, que se prendieron rápidamente de la idea, y el proyecto se fue transformando hasta que tomó este formato que poco a poco se está dando a conocer. Posteriormente se me ocurrió utilizarlo como tesis, aparte de sintetizar mi trabajo de años y mis ideas de por qué el arte.

El proyecto consta de tres etapas:

1- Recolección y de acciones educativas, lúdicas y artísticas en escuelas y centros. Esto va a ir generando expectativa para la fase dos.

2- Intervención en el Paseo del Buen Pastor, donde se desarrollaran en esa semana actividades y charlas acerca de la reutilización de la basura.

3- Síntesis y registro de lo que pasó, que no se sabrá hasta llegado el momento.

Acerca de juntar plata para los pobres, nuestros gobiernos no han hecho otra cosa que dar pan sin trabajo, con planes de asistencia y no propuestas laborales. Hay que cultivar y educar en la cultura de trabajo, por lo que a los pobres hay que darles participación, ofrecerles propuestas liberadoras, enseñarles a usar la caña de pescar, a organizarse... La dádiva sin un plan de desarrollo social no sirve de mucho. Obvio que hay urgencias, pero saldadas estas hay que avanzar.

–Y aunque parezca una pregunta retórica, ¿qué haréis con todo el material recuperado, tras su exposición pública?

–Por supuesto, reubicarla en lugares donde la transformen.

–En pocas y sencillas palabras. ¿Cuál, según tú, es el mensaje que se pretende lanzar a la sociedad mostrando este tipo de arte (que sin duda dará que hablar)?

–La obra de arte tiene la particularidad de que puede provocar en el otro algo insospechado (aunque siempre hay una intención inconsciente o conciente, porque es expresión de una idea de mundo) Pero esto es una obra viva, no objeto...lo que provoca que el conocimiento se haga cuerpo, vivencia... La idea es proponer una participación de todos los sectores de Córdoba y que todos se vean unidos en una acción-signo. Y este signo abrirá el juego.

–¿Qué papel puede jugar la basura en medio de una crisis como la que se vive actualmente en casi todo el mundo?

–La basura es un pretexto para hacer; proponer desde nuestra realidad, donde no hay igualdad de posibilidades, donde es escasa la participación, donde no hay políticas de cuidado del medio ambiente, donde caminamos pateando basura, donde la gente de a pié no tiene acceso a los bienes culturales. Entonces nuestro trabajo tiene que ver con las micro-utopías de lo posible, crear conciencia y acción sobre estos temas.

–¿Qué vehículos usáis de forma habitual para transportar vuestras ideas?

–Nos metimos en internet y contemporáneamente, en Perú están realizando algo parecido.
El blog, es parte de la obra y nos sirve para registrar y colgar todas las acciones. Creo que hacerse conocer es consecuencia de que tu trabajo haga ruido, provoque, genere interés, sea serio y de calidad... La plata viene sola; hay cosas que la generan, y otras no.

Mucha suerte, Gi.
Y un fuerte abrazo.
Manuel Pérez Recio (Nelo)