martes, 5 de mayo de 2015

El sueño de Neil Armstrong

Recientemente se dio a conocer el ganador de un concurso de microrrelatos organizado por una empresa de ascensores, cuyo único requisito era que aparecieran las palabras "elevamos sueños". Este fue el micro que envié, aunque sin éxito esta vez. Lo hago público para que no se pierda en el ostracismo. Un abrazo y un guiño, queridos lectores. 


El sueño de Neil Armstrong

Recuerdo el día que llevé al abuelo a un centro comercial. No le gustaba ir a la ciudad, pero necesitaba un traje para la boda de su nieta y no pudimos conseguir uno prestado.
Tras aparcar en el sótano del edificio, nos dirigimos a los ascensores, sobre los que un gran cartel anunciaba: “Elevamos tus sueños”. El eslogan respondía a una campaña de descuentos en la segunda planta del edificio.
Cuando se abrieron las puertas automáticas, el abuelo se aferró a mi brazo, suspiró hondamente y avanzó muy despacio junto a mí. Sus manos temblaban. Al poner el primer pie en el interior, dijo:
-Como el astronauta ése cuando pisó la luna.

Sonreí abiertamente... Quién hubiera imaginado que aquella era su primera vez.