Gracias a este dibujante y escritor vallesoletano, y a su novela "El camino", me aficioné a la lectura de manera irremisible recién inaugurados los ochenta. Fue una lectura obligada, trabajo escolar, hasta la tercera página; de ahí en adelante, quedé inmerso voluntariamente en una gran historia, de personajes fácilmente reconocibles entre los míos. No olvidemos que yo era un jovencito inacabado, ¿11, 12...?, que hasta la fecha sólo devoraba cómics y deliciososo bocadillos de pan con vino y azúcar que preparaba mi abuela, sentado en el portal de su casa, allá en el pueblo, durante un verano inolvidable en más de un sentido. Recuerdo las horas de resol, con el libro abierto entre mis dedos, las páginas llenas de migas... y alguna osada hormiga jugándosela sobre mi mano. Jamás, creo, he disfrutado tanto un libro; y es que, el primero siempre es el primero.
Hasta siempre, compañero.
Y, de nuevo, gracias.
Nelo
5 comentarios:
ya no hay hombres como Delibes.. ahora la gente adora la mierda..
Estoy de acuerdo en cuanto a la pérdida de criterio de muchos lectores, que leen lo que comercialmente se les propone, creyendo que "eso" es lo más, sin detenerse un instante a valorar otras opciones que podrían interesarles.
Saludos, jordim
Nelo
Ah,no, siempre hubo lectores para toda clase de literatura, solo que ahora hay más, porque hay más gente en el planeta, y además más gente que sabe leer.
Pero qué bueno, Nelo, que hayas entrado a la literatura por "la puerta grande". A veces, como persona relacionada con la docencia, pienso en estas cosas: un único alumno, uno solo, que llegue a amar a la literatura y a hacer literatura por un trabajo escolar... Uno solo, ya justifica los esfuerzos hechos.
Tengo mis recuerdos, también, de cafés con leche y pan y manteca, y un libro abierto, apoyado en la azucarera... siempre un libro abierto, allá en mi infancia. Y son, siempre, recuerdos hermosos.
Un abrazo,
Esther
gracias por este post...
me han gustado tus recuerdos...
un placer leerte.
El placer fue mío al recibir tu comentario.
Gracias
NELO
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