Hoy es viernes, y además 13. ¿Has cruzado
ya los dedos o tocaste madera?
Bueno, pues todo tiene una razón de ser. Y
no siempre es producto de la factoría Hollywood. El miedo al viernes 13 se debe
a un hecho histórico muy concreto que además sucedió en Europa. Trataré de resumirlo en unas pocas líneas:
Resulta que un viernes 13 de octubre de
1307, en Francia, los Caballeros Templarios sufrieron el asalto masivo de la Santa Inquisición; sucedió bajo el mandato de Felipe IV. Fueron acusados
de hacer celebraciones paganas y practicar la herejía en reuniones secretas.
Aunque el verdadero motivo era económico, ya que los Caballeros de la Orden del
Temple custodiaban valiosos secretos de la Iglesia, como el Santo Grial, y
poseían grandes fortunas; además, eran “prestamistas y acreedores” del mismo Felipe
IV, que no dudó en acusarlos de sodomitas y conspiradores. Una forma rápida de
librarse de la deuda. Muchos de ellos fueron condenados a la hoguera, ante la impávida
presencia del Papa Clemente V, cómplice de la matanza colectiva: un asesinato
en toda regla. Algunos caballeros huyeron y pudieron salvarse, originando
cantares y leyendas que han perdurado en el tiempo aumentando el misterio en
torno a su apasionante legado.
Es por ello, básicamente, que el viernes 13 se considera
fecha de mala suerte.
A continuación, para los que no hayan tenido bastante, mencionaré
otros malos augurios relacionados con el número 13:
En la Última Cena de Jesucristo, 13 fueron los comensales. La Cábala cita a 13 espíritus malignos. En el Apocalipsis, tanto el Anticristo como la Bestia aparecen en el capítulo
13. En una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal, era el 13° invitado. En el Tarot, el 13 hace referencia a la muerte. Y
13 es el número al que las brujas de la edad media se referenciaban para
hacer sus pócimas y brebajes en torno al fuego de la hoguera.
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