Hasta pronto.
Tantos años
tratando de escapar de esta prisión y, cuando al fin lo conseguí, sentí añoranza
de hogar. Fuera ya no me quedaba nada, nadie. Dentro teníamos famosas cantantes,
elocuentes políticos, deportistas de élite… Esta mañana compré una pistola de
juguete y me dirigí a una sucursal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario