
Israel se niega a colaborar, como cabía esperar.
Es un paso importante, sin duda. La justicia va abriendo puertas... Tras ellas asoma la esperanza. Si hace unos días me quejaba de la pasividad internacional ante este tipo de hechos, hoy me alegra saber que todavía existen jueces sensibles a las voces casi anónimas que, desde hace tiempo, reclaman la atención de un primer mundo ensimismado en la oscura vorágine económica de los últimos meses.
Nelo